Los ictus o accidentes cerebro-vasculares (ACV) están provocados por problemas de riego cerebral. Los ictus se producen por obstrucciones de las arterias (trombosis), o por rotura de las arterias (hemorragias). La palabra derrame hace referencia a este último tipo de ictus.
La extensión del área cerebral afectada, la localización de la lesión y la edad del paciente son los tres factores que inciden, de manera más clara, en el cuadro clínico que emerge a los días o semanas del ictus.
"Una de cada seis personas sufrirá un ictus en España a lo largo de su vida"
La buena noticia es que se puede prevenir. En este documento te contamos cómo detectar un ictus y lo que puedes hacer para evitarlo.
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